domingo, 17 de mayo de 2015

COMER DE NOCHE?

COMER DE NOCHE?

Por las mañanas:
¿Te despiertas con la boca amarga o pastosa?
¿Te despiertas de no muy buen humor?
¿Sientes el cuerpo pesado, no te quieres levantar de la cama?
Alguna vez te has preguntado que comiste por la noche?
Generalmente esta última pregunta no la hacemos muy regularmente, y lo cierto es que cenar de forma sana y con moderación hace que nos levantemos más ágiles y con mayor energía al día siguiente y con ligereza física.

Ciclo circadiano?
Todos tenemos un pequeño reloj en la cabeza, este reloj biológico permite al ser humano tener los ciclos de día y de noche, asimismo durante estos ciclo todo nuestro organismo trabaja de distinta manera, nuestro ritmo cardiaca, transito intestinal, las hormonas, etc. según el cual hay momentos de máximo y mínimo rendimiento y otros inclusive de reposo.
En la cultura oriental por ejemplo tienen la hora solar que va de 7 a nueve de la noche, se dice que es la etapa de menor actividad del estómago con mínimo gasto de energía, motivo por el cual puede despertar el apetito a esta hora, es en realidad el momento de darle alimento útil que va a equilibrar al organismo.

Invertir el orden alimenticio, haciendo desayunos más variados y generosos, y cenas más moderadas, es entrar en armonía con nuestro reloj interno, pues es por la mañana cuando todos los órganos están pletóricos y necesitados de un buen desayuno, y es a partir de las siete de la tarde que todo nuestro organismo, (aunque no nos demos cuenta), se empieza a preparar para el reposo, disminuye gradualmente su metabolismo.

Un antiguo dicho refleja con mucha gracia y sabiduría este concepto:"Desayunar como un rey, almorzar como príncipe y cenar como un mendigo".

Además de cenar moderadamente, cenar temprano garantiza una mejor digestión y asimilación de los alimentos, evitando sobrecargar al hígado, padecer hinchazones y flatulencias y trastornos del sueño.

Comer más a menudo mantiene el nivel de glucosa en sangre más constante, evitando los momentos de desánimo y cansancio que a veces se tienen unas horas después de comer, es necesario para ello parar un momento y comer algo ligero a media mañana y otro a media tarde.

El hábito de merendar una fruta, un puñado de nueces y almendras o maní, y/o un yogurt, nos hará sentirnos con más ánimos durante la tarde y resulta más fácil cenar menos cantidad.



¿Qué alimentos son más aconsejables para cenar?

Para empezar, no es aconsejable repetir lo mismo que al mediodía, (si ha sobrado se guarda para el día siguiente), pues necesitamos hacer una dieta variada, y prescindir de embutidos y frituras que dificultan mucho más la digestión durante las horas nocturnas.

Escoger frutas de la estación, lo más maduras posibles, (y si está al alcance de cultivo biológico), con yogurt o cereales, o un poco de pan sin miga o pita con queso y alguna verdura. Es la alternativa más sana y depurativa, ideal para personas que necesitan eliminar líquidos y desintoxicar el organismo.
Los cereales integrales nos ayudarán a conciliar el sueño, su riqueza en vitaminas B nutren y calman el sistema nervioso, siendo el grupo de alimentos recomendable en caso de nerviosismo o dificultades para dormir. El cereal más dormilón es la avena. Podemos comprarla en forma de sémola  y hacer ricas sopas con ella.
Una taza de leche descremada tibia por las noches es una receta antigua pero eficaz, puede ser un mazamorra de maicena con pasas, que tienen el mismo efecto de inducirnos el sueño evitando comer más de la cuenta.
El arroz integral es una perfecta opción para la cena, es un buen diurético natural y combinado con un poco de ensalada es un plato muy equilibrado. Los cereales consumidos en grano (mijo, quínua, trigo, etc.…) nutren y no engordan, sobretodo si respetamos la máxima de "masticar los líquidos y beber los sólidos", cada bocado de cereal puede ser masticado de treinta a cuarenta veces, contar las veces mientras se mastica es una forma de tomar conciencia de ello.
Y al masticar mejor se necesita comer menos para sentirse saciado.

Para aquellas personas que deseen mantener la línea o perder algún kilito, la cena es la comida del día más importante a tener en cuenta, pues el metabolismo es lento por la noche y no se quema tan fácilmente lo comido, habiendo mucha más facilidad para acumular grasas. El consumo de proteínas (huevo, queso fresco, un poco de legumbre, tofu, carne de ave o pescado) ayuda a quemar grasas, procurando cocinar con poco aceite y siempre acompañada de un plato de hortalizas frescas.


Hagamos la prueba de comer más ligero por las noches y de seguro todas esas molestias que por la mañana sentíamos……………….desaparecerán.

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