miércoles, 3 de agosto de 2011

PARA LOS QUE ACOSTUMBRAN NO DESAYUNAR, O LO HACEN TARDE


La razón para desayunar es la urgencia de alimentar  el cerebro Y LAS DEBASTADORAS  CONSECUENCIAS  SI NO LE PROPORCIONAMOS SU ADECUADA DOSIS DE GLUCOSA.
AYUNO MAÑANERO
 Imaginemos el proceso: Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: 'Ya hay que levantarse
 y nos comimos todo el combustible'.
 Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden:' Aquí  hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada  El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: 'De acuerdo,  vayan hablando con el  hígado a ver que tiene en reserva'. En el hígado consultan  la cuenta de ahorros y responden que a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20  a 25 minutos.  En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45  minutos, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar.
Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer  en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: 'Alerta máxima: nos están tirando un  paquete económico.¡ ¡CORTISONA! , hija, saque lo que pueda de las células musculares, de los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel'.
 La cortisona pondrá  en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando  dátiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasaran al hí­gado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta  que volvamos a comer.
 Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando. Lo que sucede en realidad es que se come sus propios músculos, se auto devora. La consecuencia es  la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus  funciones intelectuales, se pasa la mañana  activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento.
   ¿como afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así­ que toma las medidas restrictivas más severas. Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de 'grasa de reserva' y la persona  engordará.
 La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina  la hormona CORTISOL que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.

La razón por la que el cerebro no coge la grasa de reserva (de los rollitos )y coge la de los músculos, es porque es el único órgano que no recibe combustible chatarra. Recibe solo y únicamente GLUCOSA. Entonces la grasa que se va reservando  y almacenando nunca se utilizará en las mañanas.
La  glucosa  de mayor calidad  es la que contiene la fruta  cruda ,fresca, pura  , sin mezclas.
 Fuente: Dra. Daniela Jakubowicz 

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