Combinar correctamente los alimentos va a permitir una mejor digestión, una correcta asimilación, una adecuada evacuación intestinal y una desintoxicación continuada.
Una digestión demasiado lenta y laboriosa seguida de una tardía evacuación permite una reabsorción de las toxinas fecales y como consecuencia la fabricación de más grasa para poderlas almacenar.
Si no se da un descanso fisiológico al aparato digestivo, el cuerpo no puede desintoxicarse de forma continua. Un cuerpo hinchado es un cuerpo intoxicado.
Los órganos de desintoxicación son los riñones y el hígado. Si ambos no funcionan correctamente será muy difícil perder peso. El secreto para conseguir el peso ideal, una sensación de bienestar intestinal y mejorar la salud a todos niveles está en la práctica de la nueva dieta del siglo XXI, una dieta que respeta la correcta combinación de los alimentos.
Cómo combinar nuestros alimentos
No combinar jamás almidones y féculas con ácidos.
Los ácidos destruyen e inhiben la secreción de la enzima amilasa salival, como resultado la digestión de los almidones se ve alterada e incompleta y ocasionará fermentaciones anormales en el duodeno. Por eso no se debe aliñar con vinagre ni limón cuando en un menú hay presencia de un almidón o fécula (pan, patatas, arroz, garbanzos..) ni se deben juntar en una misma comida las frutas muy ácidas con el plátano.
No combinar jamás proteínas fuertes con almidones fuertes.
Las proteínas son digeridas en un medio ácido en el estómago mientras los almidones y féculas precisan un medio alcalino para su digestión. Nada más ingerir una proteína se segregan los ácidos gástricos para la activación de la pepsina, lo que ocasiona la inmediata paralización de la digestión de los almidones. Entonces no son compatibles en una misma comida carne con patatas o pescado con arroz o una tortilla de patatas.
Nunca combinar frutas dulces y azúcares con proteínas. Las frutas dulces son de muy fácil y rápida digestión y por lo tanto no permanecen en el estómago ni siquiera media hora. Por lo contrario las proteínas requieren varias horas para su larga digestión. Como consecuencia si se comen juntos, los azúcares quedarán retenidos en un medio húmedo y caliente con el resultado de una fermentación anormal.
El yogurt y el requesón se consideran una excepción por estar pre-digeridos.
Nunca combinar azúcares con grasas. Las frutas muy dulces y la fruta desecada tienen una digestión muy rápida mientras los alimentos ricos en grasas tienen un proceso de digestión muy lento y el resultado es el mismo que en el caso anterior.
No combinar jamás frutas muy dulces con frutas muy ácidas. Por ejemplo los plátanos, uvas y melones no combinan bien con el kiwi, ni el limón, ni la piña aunque sí se puede tomar un zumo de fruta ácida media hora antes de comer frutas dulces.
En general las frutas ácidas van mejor por la mañana y las frutas dulces a mediodía y para la cena.
No combinar vegetales salados y amargos con frutas muy dulces. Los ajos, cebollas, rábanos, apio, perejil…etc., tienen distinto tiempo de digestión que las frutas muy dulces por lo que conduce a una fermentación.
Pero la excepción está en las frutas muy ácidas o poco azucaradas como el kiwi, limón, pomelo, piña que sí son tolerables con hortalizas y ensaladas. Así por ejemplo se pueden combinar kiwi, piña o limón en una ensalada siempre que no haya ningún almidón en el mismo menú.
Los aguacates hacen una buena combinación con ensaladas, fruta ácida y almidones, pero combinan mal con fruta dulce y azúcares.
Los aguacates son una de las mejores fuentes de grasa y son una excelente proteína, pero son un alimento fuerte por lo que no se debe abusar de ello ni combinarlo con frutos secos, semillas y proteínas fuertes. Una ración es medio aguacate.
Los tomates aunque habitualmente se consideran una fruta ácida, los tomates que se cultivan en España apenas tienen acidez especialmente si se comen bien maduros, por lo que nosotros, considerando su gran riqueza enzimática, somos partidarios de consumirlos con almidones y proteínas pero nunca con frutas muy dulces ni muy ácidas.
El tomate bien maduro no debe faltar en ninguna ensalada por su gran valor alcalinizante.
Nunca comer juntos dos féculas y/o almidones distintos, ésta es una de las peores combinaciones y de las más practicadas.
Por ejemplo arroz con lentejas, potaje con lentejas y patatas, o pan para “remojar” en presencia de patatas, arroz, legumbres…etc., bocadillo de tortilla de patatas.
Nunca combinar dos proteínas de muy distinta naturaleza entre sí, laputrefacción que ocasiona la mala digestión de las proteínas es una de las fuentes de mayor toxemia. Debemos evitarla a toda costa.
La combinación de dos proteínas muy similares puede considerarse aceptable, como por ejemplo yogurt en una salsa dentro de un menú en el que también entre algo de queso, etc.
Algunos ejemplos de mala combinación de los alimentos
Nunca pan y patatas
Nunca pan y arroz
Nunca pan y garbanzos
Nunca kiwi y plátano
Nunca tomate y limón
Nunca lentejas y arroz
Nunca lentejas y patatas
Nunca huevo y patata
Nunca plátano y limón
Nunca jamón y melón
Nunca carne con patatas
Nunca pescado con arroz
Nunca higos con nueces
Nunca vinagre o limón en la ensalada con pasta o arroz o patatas
Nunca leche con pan
Nunca dátiles y almendras
Algunos ejemplos de buena combinación de los alimentos
Pan o pasta con aguacate
Fruta de cualquier tipo con yogur o 100 gr de requesón sean uvas, peras, plátano etc.
Patata con verduras
Huevo con pan dextrinado (en tiendas de dietética)
Pescado con limón
Carne con postre de piña natural
Ensaladilla rusa pero sin atún
Fruta con pan dextrinado
Fruta con copos de avena
Ensalada de hortalizas frescas SIN vinagre, con arroz (almidón)
Ensalada de hortalizas frescas CON vinagre, con setas (proteína)
Uvas con castañas
Fresas con miel y nata montada
Yogur con muesli
Quinoa con verduras salteadas
Extraido de los libros de Suzanne Powell
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