1. Aumenta el metabolismo. La nicotina tiene un efecto anorexígeno es decir disminuye la sensación de hambre y estimula la secreción de adrenalina. Estos dos mecanismos ayudan a regular el peso, a través de una reducción de la ingesta. La razón de que muchas personas aumentan de peso al dejar de fumar es porque al hacerlo, el metabolismo disminuye, y se requieren de aproximadamente 200 calorías menos del total que generalmente consumen. Si el consumo sigue igual, el aumento de peso se da.
2. Disminuye los nutrientes en el cuerpo. La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los radicales libres que intervienen en el proceso de envejecimiento. Se ha encontrado que los niveles de vitamina C disminuyen en un 25% en las personas que fuman. El calcio también disminuye a nivel sanguíneo lo que favorece rápidamente el riesgo de generar osteoporosis. Disminuye a nivel sanguíneo la vitamina B12 y aumenta el riesgo de anemia.
3. Disminuye el gusto y el olfato. Los sentidos para oler y saborear los alimentos se ven afectados por el cigarrillo también. Al dejar de fumar, los sentidos se vuelven más sensibles y la persona disfruta más los sabores de la comida. Esto también puede ser uno de los factores responsables por el aumento de peso en aquellas personas que dejan de fumar.
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