¿Por qué consumir Coca-Cola engorda? Cada lata de 330 mililitros tiene cerca de 39 gramos de azúcar, lo que equivale aproximadamente a 10 terrones (10 cucharaditas). La Coca-Cola Zero es, sin embargo, endulzada con aspartamo, que logra el mismo sabor dulce con sólo 0,3 g. La diferente
densidad de las latas es el motivo por el que una lata de Coca-Cola normal se hunde, mientras que una Zero flota.
La razón de que consumir Coca-Cola nos haga aumentar de peso es sencilla: presenta un
alto índice glicémico y un bajo índice de saciedad. En otras palabras, en cada lata de este refresco hay demasiado azúcar, pero al beberlo, no llenamos lo suficiente nuestro estómago, y seguimos teniendo hambre.
El aumento de índice de masa corporal(la relación entre el peso y la altura) aumentó significativamente en los jóvenes que siguieron bebiendo productos azucarados.
Los kilos de más que cogemos gracias al consumo de Coca-Cola se asocian también con problemas de salud, como la aparición de
diabetes tipo 2. Una investigación publicada en
JAMA mostró la relación entre las bebidas azucaradas y la aparición de esta enfermedad. ¿La causa? El aumento desmesurado de calorías y la concentración de azúcares que se absorben rápidamente en sangre.
Segundo efecto: ¿problemas para respirar?
Aumentar de peso si consumimos demasiada Coca-Cola parece una consecuencia, cuanto menos, lógica. ¿Qué otros efectos puede haber sobre nuestra salud? Por sorprendente que parezca, recientes investigaciones han apuntado que las bebidas azucaradas podrían estar detrás del aumento de la incidencia de asma.
Este trastorno está caracterizado por los problemas para respirar que sufren los pacientes. Sus vías respiratorias se hinchan y estrechan, lo que hace que el aire tenga menos espacio por el que pasar, apareciendo también cierta opresión en el pecho y la característica tos.Las bebidas azucaradas podrían estar detrás del aumento del riesgo de asma
Tres estudios (en
Suecia,
Estados Unidos y
Australia) señalarían inicialmente a refrescos como la Coca-Cola como
culpables del aumento de asma en la población. Posteriormente, una investigación realizada en más de 2.400 niños de once años de edad demostró que el consumo de bebidas azucaradas (zumos de frutas industriales y refrescos) se asocia con una mayor incidencia de asma.
Los jóvenes que tomaban más de 21 vasos de estas bebidas azucaradas o más de 10 vasos de zumo a la semana tenían un riesgo más alto de sufrir este trastorno respiratorio. ¿Cuál es la razón? Según la investigación publicada en
European Journal of Clinical Nutrition, el motivo podría ser que
el aumento de azúcar favorezca la inflamación, tan característica del asma.
Esta relación positiva entre el consumo de bebidas azucaradas o zumos industriales con el asma ha sorprendido a muchos científicos. De confirmarse en próximos estudios, la medicina contaría con una estrategia preventiva para disminuir la incidencia de esta enfermedad respiratoria: promover la reducción del consumo de azúcar en la población.
¿Afecta a nuestro cerebro?
A pesar de los efectos negativos que parece que producen estas bebidas, es indudable la potencial adicción que causan. Tienen un buen sabor, se consumen a bajas temperaturas y tienen ese refrescante toque que hace que la Coca-Cola sea uno de los productos favoritos de la población.
El azúcar de estas bebidas provoca un cierto grado de adicción
¿Por qué nos gusta tanto consumir bebidas de este tipo? La respuesta está en que el azúcar, de una forma similar a las drogas o el sexo, es capaz de activar unos centros nerviosos en el cerebro, aumentando el nivel de dopamina y serotonina, a través de la
vía mesolímbica dopaminérgica, responsable de la adicción o
craving.
Nos satisface beber estos productos azucarados, ya que hacerlo nos produce una cierta sensación de placer. Cuanto más consumamos, más estimulamos nuestro cerebro. La activación del sistema de recompensa por los azúcares es de sobra conocida, ¿pero funcionan igual los edulcorantes industriales?
La respuesta la encontramos en un artículo en
The Yale Journal of Biology and Medicine, que apunta que sustancias como el
aspartamo, considerado como seguro por la
EFSA, pueden activar sólo parcialmente el sistema de recompensa cerebral. ¿La consecuencia? Consumir Coca-Cola Zero (o bebidas similares) podría incrementar nuestro apetito y necesidad de tomar más azúcar, lo que a largo plazo puede provocar un aumento de peso inesperado.
Este aspecto
no es el único efecto cerebral que provocan las bebidas azucaradas. Una investigación realizada en
University of Southern California demostró en animales que el alto nivel de azúcar de estos productos puede alterar una región del cerebro conocida como
hipocampo. Estos cambios tenían como consecuencia una modificación de procesos relacionados con el aprendizaje y la memoria espacial en ratas. Necesitaremos más estudios para comprobar si estos efectos son extrapolables a los seres humanos.
¿Envejecemos antes con estas bebidas?
Por último, cabe destacar una investigación publicada en
American Journal of Public Health, y reseñada en
The Guardian, que muestra que los efectos negativos conocidos hasta el momento
podrían ser sólo la punta del iceberg.
Y es que su estudio ha analizado los hábitos nutricionales de más de 5.300 adultos entre 20 y 65 años. La relación entre el consumo de bebidas azucaradas y su nivel de envejecimiento celular era alarmante. ¿Por qué? Al medir los
telómeros (que funcionan como capuchones de nuestros cromosomas) comprobaron que sus relojes moleculares estaban
adelantados una media de 4,6 años más de lo que deberían.
El acortamiento de estos capuchones puede provocar, a medio o largo plazo, la aparición de células cancerosas, ya que su función principal es proteger al ADN. No obstante, es importante señalar que esta investigación está en una fase muy preliminar, y quenecesitamos más estudios que demuestren la relación causa-efecto entre el consumo de bebidas como la Coca-Cola y el envejecimiento celular.
En resumen, tomar demasiadas bebidas azucaradas puede ocasionar serios perjuicios sobre nuestra salud. Además del consecuente aumento de peso, consumir a diario productos como la Coca-cola puede llegar a provocar la aparición de problemas como la diabetes o el asma. Reducir nuestro consumo de estas bebidas nos permitirá mantener una vida saludable. ¿Eres capaz de evitar esta curiosa adicción por los refrescos durante un año?