¿Qué puedes hacer para nutrirte bien y dejar de ansiar la comida?
La solución no está en prohibirse los alimentos deseados, porque como cualquier cosa prohibida: ¡la ansiamos más y vamos por ella! sino en conseguir una alimentación balanceada y rica en nutrientes. Aquí van algunas recomendaciones que te ayudarán a controlar el apetito desmedido:
Ahora abordaremos el otro aspecto, no menos importante que es el “Hambre Emocional“. Es bien sabido que las emociones juegan un papel muy importante en la forma en la que comemos.
Muchas personas comen cuando no tienen hambre para llenar vacíos emocionales, por que están aburridas, porque se sienten solas, por estrés, porque no tienen relaciones satisfactorias, porque tienen un trabajo estresante, porque necesitan premiarse, para festejar algo, después de una larga jornada laboral, etc. Hay un sin fin de causas emocionales que generan ansiedad por la comida.
Lo primero que tenemos que pensar es que nuestras carencias, insatisfacciones o problemas no se resolverán comiendo, sino afrontando las causas. Nunca serán suficientes todos los chocolates existentes en todo el mundo para calmar tu hambre interior. Una excelente ejercicio cuando estés sintiendo ansiedad por comerte un antojo es detenerte y preguntarte: ¿qué es realmente lo que está pasando aquí? Toma un respiro profundo y busca dentro de tu alma y tu corazón qué es lo que te hace falta, qué estás tratando de compensar comiendo ansiosamente. Cuando nades en las profundidades de tu ser, hallarás lo que te hace falta, cuando lo encuentres haz algo con ello: resuelve el problema, pide ayuda, trabaja interiormente y encuentra la paz y la armonía dentro de ti.
El desarrollo profesional, las relaciones, la espiritualidad y la actividad física, constituyen otra forma de nutrición, ya que las buenas emociones que nos generan cuando están balanceadas y en equilibrio todas estás áreas de la vida de cualquier persona, nos nutren interiormente y nos hacen sentir felices.
Una excelente técnica para descubrir porqué ansiamos la comida es escribir un diario en donde hagas un inventario día por día de tus antojos, escribe qué tipo de alimento ansiaste, en la escala del 1 al 10 en qué intensidad lo deseaste, cuál fue el momento del día en el que experimentaste esa sensación, qué habías comido previamente, cuáles eran los pensamientos que cruzaron por tu mente en ese momento, en qué situación te encontrabas, etc. Todo ello te dará las pistas para descubrir cuáles son tus carencias y por dónde empezar a trabajarlas.
Otra técnica muy buena para evitar los atracones alimenticios es en lugar de comerte eso que ansías, en ese momento decide hacer otra cosa diferente que no esté conectada con la comida. Aquí varios ejemplos:
Después cuando encuentres un momento de intimidad, te sugiero escribirle una carta a tu cuerpo como la que menciona Joshua Rosental en el libro Integrative Nutrition , con la intención de hacer las paces con él y lo reivindiques. Podrías decirle algo similar a esto o hacer tu propio script:
Querido cuerpo:
Después de profundizar mucho en mis pensamientos,
he decidido ser más considerado y agradecido contigo.
Acepto con todo mi amor la forma en la que estás tratando de decirme
que me amas y que quieres lo mejor para mi mismo.
Prometo ser más paciente y escuchar tus señales
para que no tengas que gritarme lo que te hace falta.
Te ofreceré comida saludable y agua para darte
la nutrición que necesitas.
Me ejercitaré regularmente y cuidaré de mis relaciones
para sentirme más en paz y feliz con la vida.
Aceptaré el poder que tienes para curarme
y te cuidaré como el templo que eres para mi alma.
Prometo aceptarte tal como eres y cuidarte todos los días.
Es un honor habitarte.
¡¡¡Te amo!!!
Tu firma:
Ahora que ya sabes que la manera de comer descontrolada puede tener un origen emocional, se más considerado contigo mismo y aprende a escuchar tu sabiduría interna, de esa manera podrás darte sentimientos y pensamientos nutritivos y tu cuerpo no va a pedirte desesperadamente que te enfoques en él.
Fuente: Vivir Sanamente